Biografía

Enrique Pérez Ibarra, Escultor y artista plástico

Nacido el 26 de febrero de 1968 en Almería, allí pasa su infancia a caballo entre la ciudad y el campo en el municipio almeriense de Berja, lugar del que son oriundos sus padres y en el cual poseen la finca que albergó la mayor parte de sus vacaciones disfrutando de espacios abiertos y gente sencilla, ejerciendo un contraste con la ciudad. Así trascurre su vida hasta el momento que le toca realizar el servicio militar, el cual decide terminar con la mayor brevedad posible. Tras finalizarlo se planteó de nuevo el rumbo laboral de su vida y decide continuar sus estudios de contabilidad siguiendo los pasos de su padre, aunque posteriormente comprende que ese trabajo no le hace feliz y no está dispuesto a llevar una vida de trabajo encerrado en una oficina, para lo que él no había nacido. Momento en el cual decide cambiar la contabilidad por algo que le haga sentirse más feliz, realizado y resuelva sus inquietudes.

He aquí el comienzo de una nueva vida para él que girará en torno a los trabajos artísticos, especialmente los derivados de la talla en piedra, los cuales se convierten en su obsesión y meta, trabajar dando forma a dichos materiales y sobre todo a las piedras naturales, cuyo espíritu propio y morfología le seducen desde el inicio. Habiendo encontrado su vocación, devoró con ahincó todas las materias, profundizando mas en las que llenan su curiosidad. Por otra parte tuvo la suerte añadida de poder disfrutar individualmente de la profesora, gran artista y profunda profesional Adela Montoro, cuyo nivel de exigencia consiguió sacar lo mejor de él en todas y cada una de sus obras, motivo por el que le estará eternamente agradecido.

Así transcurrieron cinco años de esfuerzo y estudios, que le brindaron la oportunidad de aprender a expresar su arte con total libertad y plasmar dicho sentimiento en sus obras. El último año lo compagina con un taller multidisciplinar con otros compañeros donde se dedicó principalmente a la restauración de figuras de clientes, así como a la realización de trabajos de pequeña envergadura. Una vez concluida esta etapa, prosiguió su andadura profesional mediante prácticas en empresas del sector de la piedra natural realizando trabajos de artesanía además de originales para su posterior copia, pues proliferaban los copiadores de piedra y todo el mundo quería sus propios modelos. Tras varios años trabajando en la comarca alcanzó una técnica bastante depurada, momento en el cual decide comenzar a realizar su propia obra y trabajar por su propia cuenta. Fue el comienzo de una nueva etapa, aquella que siempre buscó, caracterizada por satisfacer las necesidades de sus clientes unida a la creación de su propia obra artística destinada a galerías y exposiciones.

Durante este periodo se cierra el círculo de su trabajo mediante el cual se desarrolla artísticamente satisfaciéndose en todas sus vertientes disfrutando de su trabajo como siempre había soñado. Así transcurrieron los años afincado en plena libertad en el municipio almeriense de Alhama, en el cual se encuentra la mayor concentración de canteras de travertinos de toda España, convirtiéndose casualmente en su paraíso particular, ya que estos materiales son su principal opción a la hora de llevar a cabo sus esculturas gracias a la amplia gama de colores existente y especialmente a una pequeña industria de la que abastecerse.

Años más tarde, comienza su andadura por el mundo de la docencia gracias a una propuesta del Ayuntamiento de Alhama de Almería para ejercer como docente de talla de piedra para una escuela taller durante 2 años, fue una etapa llena de orgullo, satisfacción y felicidad que le hizo crecer aún más como persona y profesional. Los encargos no le faltaban y comenzó a ser solicitado por las Administraciones Públicas para la realización de trabajos por distintos pueblos de la comarca, expandiendo así su obra al sector público, que hasta el momento se centraba en los particulares. Desde aquel entonces sigue trabajando en su taller realizando colaboraciones con las canteras, con las que mantiene una excelente relación.

Biografia Escultor Almeria Enrique Perez Ibarra

 

PROLOGO

La escultura de Ibarra
Trino Tortosa, Galerista y columnista

La escultura contemporánea ha experimentado en las últimas décadas un protagonismo de vital importancia. Su identidad se ha afirmado, consiguiendo una relevancia que influye decididamente en otras disciplinas artísticas. Por lo tanto, es difícil enmudecer la personalidad escultórica.

Sus replanteamientos creativos no van sólo desde la vertiente más vanguardista, a la que estamos acostumbrados; si no también desde las corrientes más arraigadas al sentimiento clásico. Y es, en estas posiciones encontramos la obra de Enrique Pérez Ibarra. Un almeriense ya conocido en el ambiente artístico nacional y que apunta un futuro de éxitos extraordinario.

Su obra impactada de nuevas propuestas, persigue el replanteo mismo en la creación. Los más notables precedentes de la escultura universal se hacen patentes en ella… Recordemos a Laurens, Moore, Chillida, etc. Busca traspasar los límites impuestos por la materia, apartada del difícil camino de lo superfluo, donde su imagen juega una decidida notoriedad. Es la actitud del almeriense, afincado en Alhama, donde da rienda suelta a ese potencial creativo que le acompaña, en la búsqueda ilusionada y siempre insatisfecha por conseguir nuevos y mejores resultados. Así ha conseguido anteponer los principios básicos de su existencia para ir más allá de la pura materialidad, y así realiza Ibarra sus esculturas; con expresiva autenticidad, precedidas de una aparente abstracción, que las convierten en trabajos sabios y elegantes de autentica explosión contenida.

Podemos afirmar que su arte, sobre cualquier otra consideración, es la búsqueda incansable que persigue como meta fundamental hallar el contenido humano y material de las cosas, transmitiendo más allá de la más pura estética. Su origen se fragua dentro de sus esculturas, creando una fuerza entrelazada por potentes tentáculos, donde se encierra un vacío existencialista. La simplicidad de formas niega cualquier concesión que la dificulte expresar el mensaje elegido.

Su fantasía se aleja de las fronteras para encontrar esencias afines: la intensidad y la vida como explosión contenida, como origen del Universo, como principio de la nada. sus trabajos, juegan con el vacío y buscan la plenitud con majestuosidad, elegancia y ritmos armoniosos, que sugieren las grandes virtudes de la presencia humana. Formas redondas, voluptuosas que recogen su perfil, secundado por un haz de luz que le imprime personalidad propia.

Nobles materiales como el Mármol o el travertino, acentúan ese sentido de substancialidad, de contundencia aplastante, proyectando su obra hacia la vorágine terrestre. Nada se escapa a su fuerza, que inmortaliza en el interior. Cabría decir, además, que el afán de búsqueda del almeriense, en las formas construidas con gran dosis de imaginación, revelan una emoción contenida que no escapa a la razón.

Es un artista que sabe presentar con fuerza y sensualidad sus nuevas conquistas, donde se encierra el enigma del Universo, que como origen de la vida, late pacientemente a merced de los tiempos. Es la impresión que nos deja este artista, en plena efervescencia, trasladándonos mensajes y emociones, lejos de lo cotidiano, capaces de invadir, nuestra fibra sensible.

Observando sus trabajos, advertimos inmediatamente, que no nos encontramos ante una obra insustancial de las que tanto abundan; si no que evidencia las mejores formas con las que los artistas transmiten sus ilusiones.

 

APARICIÓN EN LOS MEDIOS

Enrique Pérez Ibarra, un artista consagrado a la piedra natural
Carmen López, Redactora en La Voz de Almería

Enrique Perez Ibarra escultor almeria